El plástico forma parte de nuestra vida cotidiana. Botellas de plástico, cubiertos de plástico, alimentación envasada en plástico, piezas de coches, piezas de aviones, bolsas de la compra… Si miras a tu alrededor seguro que encuentras más de una cosa fabricada con diferentes tipos de plástico. La contaminación causada por los plásticos es una realidad y, pese a lo que solemos creer, los bioplásticos no son la solución. Actualmente existen otras alternativas como los materiales plásticos hidrosolubles de los que hablaremos más adelante.
La historia de los plásticos
Pese al uso generalizado del plástico, la producción masiva de los diferentes tipos de plástico es un fenómeno reciente. Así lo demuestra este gráfico de Statista realizado a partir de un estudio de la organización PlasticsEurope que sitúa el boom del plástico en los años 70 con una producción de 50 millones que ha ido creciendo hasta llegar a los 360 millones de toneladas métricas en el año 2018.
Dentro de esos 360 millones de toneladas encontramos plásticos de un solo uso conocidos por sus efectos nocivos para el medio ambiente derivados de la aplicación de un material con alta durabilidad en una acción efímera. Aunque lo creamos, los bioplásticos no suponen la solución a la contaminación derivada del uso descontrolado del plástico.
¿Cúales son las alternativas?
El plástico biodegradable se ha posicionado erróneamente como la solución al problema de la contaminación de nuestro entorno. No obstante, debemos tener en cuenta que un plástico biodegradable no tiene porqué desintegrarse de forma natural. En muchas ocasiones los bioplásticos necesitan una gestión correcta del residuo para que su final no sea en nuestros mares y océanos.
Con el objetivo de evitar este tipo de contaminación, numerosas empresas han continuado investigando e innovando para conseguir materiales que luchen contra la contaminación. Green Cycles, por ejemplo, es la única empresa española que fabrica un material plástico hidrosoluble certificado por la OWS. Este plástico responsable se disuelve en el agua en minutos, es biodegradable en tierra sin necesidad de ser gestionado en días y, además, se convierte en fertilizante natural en menos de dos meses.
Sin duda alguna el futuro de nuestro planeta estará determinado por la acción humana y el uso que se dé a los plásticos de un solo uso. Por tanto, un material, como el de Green Cycles, con todas las propiedades del plástico y ninguno de sus inconvenientes tiene mucho que aportar.